Entre algunos de los ejemplos de NFT más famosos encontramos algunas obras artísticas digitales, como el collage de Beeple, el primer Tweet publicado por el CEO de Twitter (del que los ingresos procedentes de la venta se destinaron a obras sociales) canciones, fotos y vídeos, pero también versiones digitales de productos físicos, que a menudo proceden del mundo de la moda, como zapatillas deportivas y bolsos de lujo; en este caso, hablamos de digital twin (gemelo digital).
¿Cómo funcionan los NFT?
De hecho, los NFT son códigos criptográficos que se crean utilizando la blockchain, una de las tecnologías cardinales de la Revolución Industrial 4.0, que los hace únicos, asociándolos de manera unívoca a un objeto o producto digital.
Para los más apasionados, se trata de auténticas inversiones que se compran y se conservan de forma privada en monederos digitales o se exhiben en galerías virtuales, como las obras de arte de los coleccionistas.
Nos referimos a los NFT como inversiones porque, al igual que cualquier otro artículo de valor, se pueden comprar con la intención de subastarlos en un momento posterior. ¿Cómo se hace todo esto?
¿Cómo invertir en los NFT?
El primer paso es hacerse con un monedero digital con una cierta suma de criptomonedas para comprar la creación digital o el digital twin que nos interese. El segundo paso es conseguir una blockchain, una de las más extendidas, por ejemplo, es Ethereum. Por último, hay que dirigirse a un marketplace especializado como OpenSea, Tryroll y la célebre Christie’s para ver las obras. Por último, obviamente, hay que convertirse en comprador de una casa de subastas virtual para practicar y entender los mecanismos de los NFT.
Más información:
“Fidelidad, exclusividad y comunidad: cómo aprovechar el potencial de los NFT para tu marca”
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