Las organizaciones sanitarias utilizan la nube para conectar, almacenar y mantener la información sanitaria personal tradicional, como los resultados de los análisis de sangre, así como otros datos de los consumidores, como las preferencias de contacto. Se accede a toda la información de forma segura desde una única consola en toda la organización. Las HCE no se reemplazan, sino que se convierten en parte integrante del sistema en la nube.
La nube puede conectarse fácilmente a la HCE o a cualquier otro sistema de registro a través de una API (interfaz de programación de aplicaciones), lo que permite a las organizaciones centralizar los datos y aprovechar las bibliotecas de aplicaciones como AppExchange. Las plataformas de aplicaciones ofrecen soluciones a medida para ayudar a resolver distintas necesidades de las empresas sanitarias, como la verificación del seguro médico de los pacientes. Una API puede tomar datos de un centro de contacto, una base de datos de marketing o cualquier otro sistema y reunir toda la información en un solo lugar.
Por el lado opuesto, el proveedor de la nube mantiene el software y desarrolla mejoras, de modo que los profesionales de TI sanitarios no tienen que preocuparse de facilitar las actualizaciones. Esto les permite personalizar la plataforma para satisfacer las necesidades específicas de su empresa.
¿Cómo puede una solución en la nube mejorar el trabajo de las organizaciones sanitarias?
Los proveedores tienen muchas fuentes de información que crean núcleos de datos. El tiempo que se pierde buscando en múltiples sistemas y la oportunidad perdida de extraer información de los datos frustra tanto a los empleados como a los pacientes. Así es como la asistencia sanitaria basada en la nube reduce la carga para todos:
Racionalizar las operaciones
Los equipos pueden acceder a todos los datos que necesitan desde un único programa o aplicación, en lugar de cambiar de un sistema a otro, y pueden ver todo a nivel agregado. Esto facilita la respuesta rápida a las preguntas de los pacientes, la gestión de las preferencias y la conversión de la información en acciones.
Los equipos pueden acceder a todos los datos que necesitan desde un único programa o aplicación, en lugar de cambiar de un sistema a otro, y pueden ver todo a nivel agregado. Esto facilita la respuesta rápida a las preguntas de los pacientes, la gestión de las preferencias y la conversión de la información en acciones.
Personalizar atención al paciente
Con una única fuente de veracidad de los datos, los coordinadores de asistencia pueden acceder a una visión completa de la salud de un paciente. El coordinador puede ver fácilmente el historial de tratamiento, los factores sociales determinantes de la salud, las pruebas y procedimientos recientes y el equipo de asistencia ampliado. También puede acceder a las preguntas que el paciente haya enviado a través de un portal.
Al mismo tiempo, la inteligencia puede analizar los datos para ayudar a los proveedores a estratificar el riesgo, garantizando que no se pase por alto a los más necesitados. De este modo, los médicos pueden centrarse en interactuar con el paciente, en lugar de dedicar tiempo al registro de datos en la HCE.
Participar en cualquier lugar
La nube permite a los médicos y otros profesionales sanitarios acceder a la información de los pacientes incluso fuera de la consulta.
Por ejemplo, un médico que está en casa, en otro centro o en una conferencia puede acceder a la información del paciente desde un único panel. Por otra parte, cuando los pacientes necesitan ver a un proveedor pero las condiciones meteorológicas, la falta de transporte o la falta de tiempo dificultan la visita, pueden optar por una cita virtual. En definitiva, los pacientes tienen más opciones para relacionarse con sus proveedores, y los proveedores tienen más acceso a sus pacientes. Esta conectividad ayuda a reducir el tiempo de atención y a mejorar los resultados de los pacientes.
Reducir errores e imprecisiones
Incluso con las opciones digitales disponibles para agilizar los procesos, muchos pacientes con enfermedades complejas siguen conservando sus historiales médicos en carpetas físicas. A menudo, los pacientes se ven obligados a pedir a sus proveedores que se envíen los historiales por fax.
No sólo es un proceso que lleva mucho tiempo y produce formularios ilegibles e incompletos, sino que está lejos de ser seguro e incluso de ser preciso. Esto se debe a que el personal suele dejar el fax desatendido. Por no hablar de que, cuando los proveedores cargan la información de los pacientes a partir de formularios enviados por fax, hay margen de error que puede dar lugar a un nombre mal escrito o a una lista de recetas obsoleta. De hecho, en el 30% de las visitas no se pueden encontrar los historiales de los pacientes, ya que los proveedores pueden estar intentando buscarlos con un nombre mal escrito o una dirección obsoleta.
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