Madrid, 18 ene (EFE).- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido este miércoles en el Congreso de los Diputados que la futura Ley de Atención a la Clientela se mejore en su tramitación parlamentaria, con la aportación de los grupos, y salga adelante esta legislatura.
Así lo ha reclamado la directora de Comunicación de la OCU, Illeana Izverniceanu, en la jornada parlamentaria que ha organizado el PP para escuchar las demandas de los consumidores, coincidiendo con la tramitación de esta ley en la Cámara Baja.
En su intervención, Izverniceanu ha insistido en la necesidad de que la norma que se tramita, y que considera «mejorable», se apruebe esta legislatura, es decir, antes de fin de año, aunque sea más «flojilla» o no todo lo garantista que sería deseable para los consumidores.
«No frustremos las expectativas de los consumidores», ha comentado en una mesa redonda organizada en la Cámara Baja, en la que también han participado Pilar Villarino, presidenta de la comisión de Consumo del CERMI, y Fernando Pindado, portavoz de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, para trasladar sus demandas.
La responsable de Comunicación de la OCU, que es la mayor organización de Consumidores de España, ha recordado que esta ley la vienen reclamando desde hace años y que no lo hacen por capricho sino porque el servicio de atención al cliente de las empresas «deja mucho que desear» en muchos sectores.
Prueba de ello, ha dicho, son las reclamaciones que se producen, especialmente en sectores como el de las comunicaciones, la energía, los bancos y los servicios que están vinculados con la administración, como el transporte o la salud.
Ha pedido que la futura ley haga hincapié en la necesidad de que las empresas inviertan mucho más en medios humanos y que aunque, tengan subcontratas, tengan personas con suficientes habilidades de comunicación y empatía para atender las reclamaciones de los usuarios en tiempo y forma.
En definitiva que obligue a las empresas a responder las reclamaciones, a regular los requisitos de calidad mínimos y que se impongan las mismas obligaciones a todos los sectores.
Según ha dicho, tener un buen servicio de atención al cliente es una oportunidad para las empresas para dar respuesta a sus clientes y supone es un «elemento diferenciador» respecto a sus competidores.
Así, ha recordado que un consumidor con una queja, pero que ha sido bien resuelta, es un consumidor convencido y que, por contra, un consumidor al que no se le da contestación, va a desaparecer para siempre.
Por otra parte, Pilar Villarino, presidenta de la Comisión de Consumo del CERMI, que representa los intereses de 3,8 millones de personas con discapacidad, ha pedido que la ley obligue a las empresas a tener unos servicios de atención al público accesibles y que se tenga en cuenta el principio de accesibilidad universal. EFE
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