La inteligencia artificial está en todas partes (y no exageramos). Desde motores de búsqueda, hasta sistemas de recomendación y automatización de procesos, la IA ya es habitual en muchos sitios. Lejos de ser una “enemiga silenciosa” para quienes creen que su trabajo puede ser reemplazado por la IA, hay muchas aristas en las que esta disciplina y el accionar humano cooperan. Porque detrás de estos sistemas aparentemente autónomos, hay un componente vital que a menudo pasa desapercibido: la retroalimentación humana.
En este artículo, mostraremos la importancia de la retroalimentación humana en los sistemas de IA, su impacto en el desarrollo y mejora de estas tecnologías, así como su papel en la ética y la responsabilidad.
La evolución de la inteligencia artificial: Aprendizaje supervisado y no supervisado
El crecimiento de esta tecnología ha sido marcado por el constante refinamiento de sus técnicas de aprendizaje. Desde sus inicios, la IA ha confiado en el aprendizaje automático y el procesamiento de datos para potenciar su desempeño. Sin embargo, a medida que los algoritmos se vuelven más sofisticados, también aumentan sus exigencias de entrenamiento y ajuste.
Es así como los sistemas de IA se han desarrollado con el uso predominante de dos métodos: el aprendizaje supervisado y el no supervisado. En el aprendizaje supervisado, la IA se nutre de conjuntos de datos etiquetados, lo que le permite discernir patrones y hacer predicciones con base en ejemplos previamente clasificados. Por otro lado, en el aprendizaje no supervisado, la IA debe desentrañar patrones por sí misma, sin la asistencia directa de datos pre etiquetados.
Esta dualidad de enfoques ha sido fundamental en el avance de la inteligencia artificial, brindando herramientas para abordar una amplia gama de problemas y desafíos en distintos campos. Sin embargo, la evolución de dicho método no se detiene aquí. La interacción con la retroalimentación humana se ha vuelto cada vez más crucial, pues permite afinar y mejorar los modelos de manera más precisa y efectiva.
En última instancia, el futuro de la inteligencia artificial reside en la síntesis armoniosa de estas técnicas, combinando la capacidad de aprender de grandes conjuntos de datos con la sensibilidad y la comprensión que sólo pueden realizar las personas. La evolución continua de la IA no sólo transformará nuestras tecnologías, sino también la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Pero, ¿de qué hablamos exactamente cuando nos referimos a la retroalimentación humana?
¿Qué es la retroalimentación humana implementada en la IA?
Ahora profundizaremos sobre este tema. En sí, es el proceso mediante el cual los humanos proporcionan información, correcciones y evaluaciones a los sistemas de inteligencia artificial. Esta retroalimentación puede tomar diversas formas y puede ser utilizada en diferentes etapas del ciclo de vida de un sistema de IA.
La retroalimentación humana como catalizador del aprendizaje
Este feedback juega un papel fundamental en el ciclo de aprendizaje de los sistemas de IA. A través de él, se pueden mejorar muchas cosas. A continuación, mencionamos algunas cuestiones en las que la retroalimentación hecha por personas puede optimizar aún más el trabajo de la tecnología. Porque no todo es automatización, también un buen modelo de gestión requiere de supervisión humana constante y, sobre todo, profesional.
Corrección de errores
Los sistemas de IA no son infalibles y pueden cometer falencias, especialmente en situaciones nuevas o inesperadas. La retroalimentación humana permite identificar y corregir estos errores, lo que mejora la precisión y confiabilidad del sistema con el tiempo.
Mejora del rendimiento
Además de corregir errores, el feedback realizado por personas también puede ayudar a mejorar la performance general de los sistemas de IA. Al proporcionar comentarios sobre la calidad de las predicciones o recomendaciones, el “toque humano” puede influir en la optimización de los algoritmos y en la adaptación a las necesidades y preferencias cambiantes de los usuarios.
Ética y responsabilidad en la IA
La retroalimentación humana no sólo es importante para mejorar la precisión y el rendimiento de los sistemas de IA, sino que también desempeña un papel crucial en la ética y la responsabilidad de estas tecnologías. Si quieres saber más sobre este tema, te invitamos a leer este artículo de nuestro blog.
Sesgos algorítmicos
Los algoritmos de IA pueden ser inherentemente sesgados si no se entrenan con conjuntos de datos representativos y equilibrados. La retroalimentación humana puede ayudar a identificar y corregir estos sesgos, promoviendo la equidad y la imparcialidad en la toma de decisiones algorítmicas.
Transparencia y explicabilidad
Los usuarios deben comprender cómo funcionan estos sistemas inteligentes y por qué toman ciertas decisiones. Un feedback brindado por personas puede proporcionar información valiosa sobre las percepciones y expectativas de los usuarios, lo que facilita la creación de sistemas más transparentes y comprensibles.
Etiquetado de datos
En el aprendizaje supervisado, los humanos proporcionan etiquetas y categorías a los datos que luego son utilizados para entrenar algoritmos de IA. Este proceso es esencial para que los sistemas de IA puedan incorporar patrones y realizar predicciones precisas. Recuerda que la tecnología también aprende de nosotros para perfeccionar sus procesos.
Feedback de usuario
Las personas todo el tiempo proporcionan retroalimentación sobre la calidad de las recomendaciones, predicciones o decisiones tomadas por los sistemas de IA. Este feedback puede ayudar a mejorar el rendimiento y la relevancia de los sistemas de IA con el tiempo.
Sugerencias de mejora
Y esto es una característica crucial en todos los procesos. Los usuarios pueden ofrecer sugerencias y comentarios sobre cómo mejorar la experiencia con los sistemas de IA para que cada vez sean más cercanos. Pueden incluir nuevas funcionalidades, interfaces más intuitivas o formas más eficientes de realizar tareas.
Personas y tecnología, un binomio inseparable
No es novedad que interactuamos todos los días en un mundo que está cada vez más impulsado por la tecnología y con un gran protagonismo de la inteligencia artificial. Por eso, reconocer y valorar la importancia de la retroalimentación humana es esencial para garantizar que la IA sirva como una fuerza positiva y beneficiosa para la sociedad y no así como un mero modelo de automatización de tareas.
Y aquí también va nuestro consejo: no dejes todo en manos de la tecnología, por más tentador que sea. Si bien optimiza muchísimos procesos, la mano humana siempre será necesaria para dar un toque cercano a las comunicaciones, una visión diferente a un customer journey, una comprensión más profunda a un análisis de datos y un giro más emocional a un comentario hecho por un usuario, entre otras cosas.
Complementar IA con los conocimientos no automatizados es un recurso que tenemos en nuestro poder, ¡no perdamos esa oportunidad de utilizar la tecnología para facilitar pero no así para reemplazar!
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Autor: WOW! Customer Experience