El fondo de maniobra es clave para el buen funcionamiento de cualquier empresa, ya que un fondo de maniobra negativo puede suponer que la empresa no pueda cumplir con sus compromisos de pago.
- Te explicamos qué es el fondo de maniobra y cuál debe ser su valor óptimo.
- Por regla general, debes evitar tener un fondo de maniobra negativo. Te explicamos las razones.
El fondo de maniobra es una de las magnitudes más importantes que se utilizan en el análisis de balances. En cualquier escuela donde se realice una aproximación a la contabilidad y a las finanzas, se hablará del fondo de maniobra.
El fondo de maniobra también es conocido como capital circulante, capital de trabajo o fondo de rotación.
Las empresas, para llevar a cabo sus actividades, necesitan recursos económicos. Estos pueden obtenerlos de diferentes fuentes, tanto externas como internas.
Los recursos económicos que una empresa tiene disponibles constituyen su activo circulante. Estos recursos tienen que ser suficientes para atender sus compromisos de pago a corto plazo, los cuales se reflejan en su pasivo circulante.
El activo y el pasivo circulante son las dos magnitudes que se comparan para obtener el fondo de maniobra, que puede ser positivo, negativo o igual a cero.
¿Qué es el fondo de maniobra?
El fondo de maniobra mide la capacidad de una empresa para tener la liquidez suficiente para poder atender sus compromisos de pago a corto plazo. Y, a la vez, poder realizar inversiones o adquisiciones propias de cualquier actividad mercantil.
El cálculo del fondo de maniobra se puede realizar de dos maneras:
- Por la diferencia entre los capitales permanentes y el activo no corriente.
- Por la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente.
Su saldo debe ser positivo, ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, debe ser financiado con capitales permanentes.
Fórmula del fondo de maniobra
Se puede calcular como una diferencia entre magnitudes.
Una forma de hacerlo es restando a los capitales permanentes, que están compuestos por el patrimonio neto (PN) y los pasivos no corrientes (PNC), el activo no corriente (ANC).
FM = (PN+PNC) – ANC
- El patrimonio neto es la parte del pasivo constituida por fondos propios, es decir, capital, reservas, pérdidas y ganancias y resultados. Financia la actividad de la empresa, pero no supone una obligación de pago a terceros.
- El pasivo no corriente es la parte del pasivo que financia a nuestra empresa a largo plazo. Es decir, pasivos con vencimiento superior a un año. En principio, su pago no supone un problema de liquidez a corto plazo para la empresa.
- El Activo no corriente está constituido por los elementos patrimoniales que componen nuestro inmovilizado material, inmaterial y financiero.
Aunque la fórmula más extendida para su cálculo es la que resta al activo corriente, el pasivo corriente:
FM = AC – PC
- El activo corriente está compuesto por las existencias, tesorería, los derechos de cobro a corto plazo y en general por cualquier activo líquido.
- El pasivo corriente aglutina las obligaciones de pago a corto plazo, es decir, las que son exigibles en un plazo menor de un año.
¿Qué valor debe tener el fondo de maniobra?
El fondo de maniobra debe ser mayor que cero, ya que el activo corriente debe ser mayor que el pasivo corriente, para así disponer de un margen suficiente de liquidez para poder atender los pagos.
No obstante, el valor ideal del fondo de maniobra es estará condicionado por:
- El sector en el que opera la empresa.
- Su ciclo de explotación.
- La dimensión económica de la empresa.
- Los plazos medios de cobro y pago
- La rotación del activo circulante
Tenemos que tener en cuenta que no tiene las mismas necesidades una empresa que venda productos al contado, que una empresa de investigación y desarrollo, por poner un ejemplo.
En general, necesitaremos mayor fondo de maniobra si pagamos nuestras compras al contado y damos crédito a nuestros clientes. En el caso contrario, si se vende al contado o se da poco crédito a los clientes y se compra a plazo, necesitaremos un menor fondo de maniobra.
Teniendo claro el sector en el que nos movemos, esta es una magnitud que debemos seguir a lo largo del tiempo. Analizando su evolución en diferentes periodos, podremos determinar en qué valores la empresa se encuentra cómoda afrontando sus compromisos de pago. De esta forma, podremos detectar cambios de tendencia que nos permitan anticiparnos a dificultades de tesorería.
Por otra parte, tampoco es conveniente tener demasiados activos líquidos, ya que podríamos estar sacrificando oportunidades de inversión más rentables para nuestra empresa.
¿Qué significado tiene un fondo de maniobra negativo?
Un Fondo de Maniobra negativo supone, en la mayoría de los casos, que la empresa está atravesando por dificultades.
Si el fondo de maniobra es negativo, parte del activo no corriente estará financiado con pasivos corrientes. Lo que aumenta la probabilidad de entrar en concurso de acreedores, al no poder la empresa hacer frente a sus deudas a corto plazo con sus activos más líquidos (activos corrientes).
Sin embargo, no todas las empresas que tienen un fondo de maniobra negativo tienen por qué estar experimentando dificultades. Hay algunas empresas de determinados sectores en las que lo habitual es tener un fondo de maniobra negativo y operan con normalidad.
Un ejemplo, de una empresa con un fondo negativo, podría ser el de un supermercado en el que se vende al contado y pueden pagar a sus proveedores hasta a 60 días. De esta manera, pueden tener gran liquidez, aunque su pasivo circulante sea mayor que su activo circulante.
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Fuente info
Autor: Jose Ramón Fernández de la Cigoña