Artículo orginal de Shep Hyken
El otro día mi amigo Doug Schukar, que es uno de nuestros ávidos lectores de Shepard Letter, compartió esta cita que escuchó una y otra vez de su padre mientras crecía: «El sol siempre sale cada mañana».
Mi opinión sobre esto es que no importa cuán difícil sea tu día, mañana será otro día … y, por supuesto, el sol saldrá para todos.
En diversas ocasiones he escrito y comentado sobre el hecho de que los días malos solo duran 24 horas. Esa es otra manera de decir que mañana será otro día y, por supuesto, el sol saldrá de nuevo. Estas son las palabras por las que guío mi vida y los aliento a que hagan lo mismo. El concepto de comenzar de nuevo es también un punto de vista optimista de que mañana será un día mejor, especialmente si hoy fue un mal día. Se aplica a nosotros en nuestras vidas personales, pero también en el mundo de los negocios, especialmente en el servicio al cliente.
En otras ocasiones he compartido el concepto de comenzar de nuevo en uno de mis libros. Cuando escribí por primera vez sobre este tema relacionándolo con el mundo de los negocios, tenía que ver con la idea de que no importa que tan bien (o mal) nos vaya hoy, mañana es un nuevo día y debemos comenzar de nuevo. Lo bueno que podamos ser o lo bien que nos pueda ir, dependerá de cada interacción con el cliente, por lo que necesitamos reconocer que cada acción que realizamos es una nueva oportunidad.
A veces los clientes, tanto los clientes internos como los externos, no son fáciles de tratar. Pueden tener quejas, problemas, o incluso estar molestos o enojados. Hacemos nuestro mejor esfuerzo como profesionales, independientemente del rol que realizamos en nuestro trabajo. Trabajamos para solucionar problemas y hacer felices a nuestros clientes. Incluso cuando tenemos éxito, y aun obteniéndolo con facilidad, el estrés de lidiar puntualmente con cualquier situación negativa puede impactar sobre el proceso de comunicación que tengamos con el próximo cliente.
Es ahí donde se aplica el concepto de comenzar de nuevo. Al final de cada interacción, buena o mala, es una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. Si la conversación fue incómoda a o difícil, déjala atrás y sigue adelante. Si ha sido una buena interacción, no descanses en el éxito. Esfuérzate siempre por ser aún mejor la próxima vez. Comienza de nuevo con una pizarra limpia.
Eso es un sano indicador de que estás comenzando «en limpio» con el próximo cliente, o que te irás a casa y que volverás a comenzar mañana. En cualquier caso, será un nuevo comienzo, y el sol volverá a salir.