Las metodologías ágiles son herramientas que han llegado para quedarse. Y si bien no son nuevas, con el gran auge del trabajo remoto y la importancia de la tecnología, han sido protagonistas en los equipos de muchas empresas. Y una de estas formas de trabajo que forma parte de estas metodologías es el Design Sprint.
Si trabajas en el ámbito de la tecnología, el desarrollo y el diseño, seguramente has escuchado hablar de ella. Y si tienes dudas de qué es y en cómo puede ayudarte para alinear tu proyecto antes de lanzarlo a producción, te lo contaremos.
Pero, primero, hagamos un breve repaso de lo que el Design Sprint significa.
El Design Sprint es una metodología implementada por Google Ventures que se enfoca en resolver problemas de negocio.
Involucra a un equipo de profesionales de diferentes áreas que aplican estrategias de innovación y Design Thinking, entre otras herramientas, para resolver en 5 días los problemas subyacentes de lo que se desea diseñar.
El mismo se divide en etapas que se van trabajando en diferentes días.
Por ejemplo, si necesitamos crear desde cero una app de billetera virtual, es indispensable que el equipo encargado de hacerlo esté alineado. En muchas ocasiones, las necesidades del negocio, las de comunicación, las de marketing y las de UX no son las mismas, es por eso que este paso es fundamental.
En resumen, sirve para resolver problemas de forma rápida y eficiente.
Esta metodología tiene distintas etapas que se dividen en los días que dura el proceso de reuniones con los integrantes del proyecto.
Y queremos considerar algo: para que un Design Sprint funcione, antes de empezar deben realizarse determinadas tareas:
- Si el equipo es multidisciplinario, mucho mejor. Tendremos diferentes puntos de vista y no estaremos sesgados por nuestra propia profesión o pensamiento.
- La cantidad de personas es indistinta de acuerdo a la necesidad, tiempo del proyecto y disponibilidad de las personas que formen parte de ese equipo multidisciplinario.
- Redacta un pequeño documento en el que se explique brevemente el reto del Design Sprint. Que queden pruebas y argumentos de todo lo que se hablará. Siempre es mejor tener todo a mano en caso de necesitarlo.
Ahora pasemos a las fases.
Fase 1: Investigar y definir
Para iniciar nuestro primer día de Design Sprint, todos tenemos que estar en sintonía.
El enfoque y punto de vista de cada integrante del proyecto es importante para poder iniciar la fase de investigación.
¿Qué haremos en la investigación? Aportar la documentación que resulte de:
- Mapas de empatía
- User Journey (viaje del usuario)
- Entrevistas
- Encuestas
- Análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades)
Fase 2: Bocetar
Ya con ciertos datos tomados de la fase anterior, cada miembro del equipo bocetará (o sea, dibujará en papel) la solución al problema. Si necesitamos diseñar pantallas determinadas, lo haremos y daremos nuestro punto de vista.
Fase 3: Decidir
¿Cómo seguimos? Ya investigamos, bocetamos y ahora, debemos decidir qué solución es la adecuada para resolver nuestro problema.
Para ello, se hará una votación de cada boceto y, el que obtenga más puntaje, será el elegido.
Fase 4: Prototipar
Ahora, con el boceto ganador, pasaremos a prototipar en baja o media, pero en interactivo. En este paso, no hace falta que esté la mayoría del equipo porque diseño es quien debe hacerlo.
Fase 5: Validar
Y, como paso final, debemos validar nuestro prototipo con usuarios.
Todo este proceso hará que nuestra solución sea lo más real posible y efectiva.
¿Cuándo realizarlo?
Si bien es un proceso conocido en el ámbito de las startups y de las grandes empresas en general, muchas organizaciones aún no están seguras de cuándo es el mejor momento para realizar un Design Sprint, o incluso si esta metodología es la más adecuada para su proyecto.
En cuanto a momento de un proyecto, puede utilizarse para lanzar un nuevo producto al mercado o bien para mejorar uno ya existente.
Ahora bien, ¿Cuándo es necesario realizar un Design Sprint? Si pensamos en una forma más teórica y conceptual, podemos utilizar las 5 preguntas propuestas por Xander Pollock y Richard Banfield, referentes de Design Sprint en la industria digital.
Estas son las preguntas:
1 – ¿Tienes un problema específico que requiere una solución?
2 – ¿Es un problema complejo que no tiene una solución obvia?
3 – ¿Necesitas un equipo multidisciplinario para resolver ese problema?
4 – ¿Es un problema lo suficientemente grande como para invertir 5 días de trabajo?
5 – ¿Tu organización necesita innovar para responder a la demanda del mercado?
Si las respuestas a estas preguntas son “sí”, entonces necesitas de la ayuda del Design Sprint.
Si has llegado hasta aquí es porque, quizás, tu proyecto necesite de un Design Sprint y es por eso que te contaremos 5 formas en las que esta metodología ágil puede ayudarte.
1 – Disminución de errores en etapas de producción
Es mejor saber qué es lo que no funciona antes de que el producto ya se encuentre en productivo, es decir, en uso.
Muchos productos fracasan por no tener en cuenta que, a menor tiempo invertido, mayores pueden ser los errores. Y de aquí se desprende la segunda razón por la un Design Sprint puede ayudarte en tu proyecto.
2 – Inversión de tiempo para ganar en soluciones factibles
Si detectamos un error en una etapa de diseño previa a que el producto salga a la luz, podemos solventarlo. Eso sí, requerirá de tiempo de todo el equipo involucrado ya que, sin Design Sprint, cada persona estará realizando otros proyectos.
Ahora bien, ¿Qué pasa si los errores son catastróficos y no permiten que la solución que diseñamos sea efectiva? ¡Mayor tiempo desperdiciado en idear un nuevo enfoque que emparche lo malo!
Y esa mayor cantidad de tiempo también involucra una deficiencia en el negocio, ya que el producto no estará dando los resultados esperados.
Asimismo, el Design Sprint también reduce el tiempo en prototipado de entregables, confirmación de resultados, etc.
3 – Alineación de todas las necesidades
Negocio, experiencia de usuario, marketing, atención al cliente. Muchas necesidades pueden confluir para lograr el match perfecto en un Design Sprint.
Imagina que estás ideando una modificación en las formas de pago de tu billetera virtual.
¿A qué áreas involucrará más? ¿Cómo aplicar esos cambios sin romper el esquema anterior? ¿Cómo mostrar esos cambios enfocándonos en las necesidades de las personas usuarias? ¿Cómo incluir todo lo que nos pide el equipo de negocio?
En los primeros días de Design Sprint podemos resolver estas cuestiones y lograr una armonía de requerimientos.
4 – Validación de ideas
En ocasiones, las hipótesis que traemos como principales son refutadas, y eso nos obliga a pensar otro tipo de interrogantes.
El Design Sprint es un espacio indispensable para validar ideas o sacarlas de nuestro roadmap.
5 – Recolección de feedback de usuarios reales y entendimiento de sus necesidades
A través de las pruebas de usabilidad, podemos obtener grandes respuestas y resultados.
Esas pruebas de usabilidad pueden ser moderadas o no. Lo importante es que las hagamos para tener en cuenta los cambios que debemos realizar en nuestro producto, antes de que esté en productivo.
- Proporciona soluciones a problemas que hasta ahora la gente evitaba o no sabía cómo solucionar.
- Aísla, enfoca y fomenta el trabajo en equipo. En la época actual de mucho trabajo remoto, la alineación de los grupos es fundamental.
- Utiliza pocas herramientas, pero muy definidas. Por ejemplo, Figma, Miro, tablas de excel, etc.
- Se obtiene un MVP (producto mínimo viable) en alta calidad.
- Tiene en cuenta lo que dicen los usuarios a través de tests de usabilidad.
Tal vez, tu proyecto necesite de una junta de tan solo 5 días de Design Sprint para idear propuestas, soluciones y un producto viable. ¿Te animas a proponérselo a tu equipo de trabajo?
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Autor: WOW! Customer Experience