Cómo crear una newsletter: ejemplos y plantillas

Cómo hacer una newsletter

 

1. Valorar si es conveniente preparar el envío de una newsletter

 

Se trata de una reflexión que parece intrascendente, pero no lo es en absoluto. Antes de decidir si invertir o no en la elaboración de una newsletter, debemos plantearnos algunas preguntas cruciales. ¿Qué situación tiene la newsletter dentro del customer journey y de los contenidos previstos para cada una de sus fases? ¿Qué contenidos podemos imaginar para construirlos, más allá de las promociones comerciales o para aumentar la participación en próximos eventos? ¿En nuestro nicho de mercado hay alguna newsletter de éxito? Responder a estas preguntas nos ayudará a entender qué retorno podemos esperar en términos de tiempo y dinero para planificar una estrategia de e-mail marketing o si será mejor invertir en otras actividades de digital marketing.

2. Definir el objetivo de la newsletter

 

Si la newsletter se enmarca dentro de una channel strategy más amplia, este aspecto será más fácil de definir. De lo contrario, habrá que hacer una reflexión más amplia sobre la definición del objetivo que la newsletter debe ayudarnos a alcanzar.

Conviene plantearse si queremos llevar tráfico al sitio (conocimiento de marca), recopilar los e-mails de los prospects o promocionar nuevos productos o servicios (consideración), o generar nuevos leads para un negocio B2B (consideración/conversión).

Una definición clara de los objetivos informará luego todas las decisiones posteriores: de la plataforma de e-mail marketing o marketing por e-mail más apta al tipo de plantilla, de los contenidos al diseño.

3. Elegir y personalizar una plantilla de newsletter

 

Todos los proveedores de e-mail marketing y automatización proporcionan una nutrida oferta de plantillas que podemos utilizar en base a nuestros propios objetivos. Si no disponemos de los recursos necesarios para crear e-mails ad hoc, estas plantillas resultan muy útiles, porque se han creado teniendo en cuenta las mejores prácticas en general y están listas para usarse: bastan algunos retoques al diseño en función de la identidad de nuestra marca y, un vez insertados los contenidos, ya se pueden enviar.

 

4. Los contenidos. Qué poner en la newsletter

 

En la definición de la estrategia de contenido, la regla recomienda introducir en torno a un 90 % de contenidos informativos y al 10 % de contenidos comerciales, prestando atención para no atestar la newsletter con demasiados datos que no guarden relación entre sí (la participación en una feria próxima, la publicación del nuevo post en el blog, la llegada de un nuevo CEO, un código de descuento). Es decir, lo mejor es que la newsletter sea muy específica, que esté en consonancia con el plan de contenidos general y con los objetivos de la newsletter.

Algunos ejemplos de contenidos ideales para combinar con atención son:

–        guías

–        publicaciones en el blog

–        descuentos y promociones

–        concursos y lead magnet

–        vídeos y seminarios web

–        actualizaciones y anuncios

–        noticias del sector

Además, en el formulario de suscripción a la newsletter es importante anticipar el tipo de contenidos y la frecuencia de envío de la newsletter: esto es señal de honestidad y transparencia, aspectos que conviene no infravalorar en la relación con los clientes.

5. Cuidar con atención los textos y microtextos

 

En la elaboración de una newsletter, hay que cuidar cada texto hasta el más mínimo detalle, en consonancia con el tono general y con la buyer persona.

Se han escrito ríos de tinta sobre cómo redactar el asunto del e-mail más atractivo y sobre el posible uso de emoticonos. La regla es que no hay una regla universal para todos los negocios. Cada uno debe identificar los que es más eficaz para su actividad y dar rienda suelta a la creatividad para poder destacar entre los cientos de e-mails que los clientes reciben a diario.

Por lo que respecta a la longitud del asunto, no pasar de los 49 caracteres parece ser uno de los factores que mejores resultados ofrece (fuente Campaign Manager, otro proveedor de e-mail marketing).

Los e-mails no solo se leen desde diferentes proveedores de correo electrónico, sino también desde numerosos tipos de dispositivos, así que, algunos resultados, como la open rate o tasa de apertura, pueden cambiar muchísimo en base a estas variables. Así pues, la newsletter debe ser necesariamente mobile friendly o compatible con dispositivos móviles.

6. Cuidar el diseño con atención

 

Incluso la personalización de la plantilla hay que cuidarla. Si no disponemos de un diseñador, podría ser una buena idea contratar uno, siempre y cuando el presupuesto nos lo permita. Es una figura que resulta útil al hacer las pruebas A/B, por su aportación específica.

En todo caso, cuando queremos crear una newsletter, ya se trate de textos o de plantillas, conviene cuidar la riqueza y relevancia de los contenidos y priorizar un estilo minimalista.

7. Cuidar la accesibilidad

Teniendo en cuenta los innumerables dispositivos, proveedores de correo electrónico y navegadores desde los que se puede leer una newsletter es importante añadir a las imágenes un texto descriptivo porque podrían no cargarse. Esto ayuda también a las personas con discapacidad visual o invidentes, porque estos textos se leen desde los lectores de pantalla o narradores de la tecnología de asistencia.

Lo mismo ocurre con el HTML, el código con el que se escribe el e-mail en el back end, que puede no ser compatible. Por lo tanto, es importante prever una versión en texto plano que nos evite este inconveniente.

 

8. Atención al aspecto legal

 

Según el RGPD, la suscripción voluntaria a una newsletter (con un opt in y, más a menudo, con un double opt in), tiene lugar cuando el futuro destinatario confirma una o dos veces que quiere suscribirse. Una vez suscrito, el usuario tiene derecho a darse de baja, o hacer un opt out, en cualquier momento, por lo tanto, es obligación insertar un enlace desde el que darse de baja dentro de la propia newsletter; se recomienda introducir este enlace en el pie de página del e-mail. Además, es necesario ofrecer la posibilidad de actualizar la dirección de e-mail y señalar otras preferencias, como la frecuencia de envío o la suscripción a diferentes tipos de e-mails.

 

9. Y, por último, ¡que empiecen las pruebas!

 

Probar es la clave para entender qué formato, call to action o llamada a la acción, longitud del asunto o posición de los botones funciona mejor según cuáles sean nuestros objetivos. Cambiar aunque solo sea una palabra o el color de un botón puede suponer una gran diferencia y aumentar el CTR. El A/B test, conocido también como prueba A/B es el rey de todas las pruebas: se divide en dos una muestra de destinatarios de la newsletter: al primero se le suministra la opción A, al segundo, la opción B. La que obtenga mejores resultados se enviará a todo el resto de la lista.

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