He aquí un concepto interesante. Lo describiré en forma de pregunta: ¿Eres capaz de crear una experiencia tan buena que tus clientes quieren recordarla con una fotografía? De eso se trata “La experiencia Selfie”
Empecé a pensar en esto cuando paseaba por Times Square, en Nueva York, y no pude evitar fijarme en la cantidad de gente que se hacía fotos a sí misma con las luces brillantes, los enormes carteles y miles de personas de fondo. La gente quería recordar el momento, y gracias a las cámaras que prácticamente todo el mundo tiene hoy en día, también conocidas como teléfonos móviles, pueden guardar y atesorar momentos y compartirlos con los demás para siempre.
Este es el objetivo. Crear una experiencia que los clientes quieran recordar y compartir. Hágala tan atractiva que quieran hacerle una foto. Yo llamo a esto crear la Experiencia Selfie.
La experiencia selfie es fácil de crear cuando se está en el negocio de los eventos, como un espectáculo de Broadway o un acontecimiento deportivo. Pero no se trata de un evento. Se trata de crear una experiencia que sea tan buena que el cliente quiera un recuerdo, en este caso, una fotografía. Algunos ejemplos podrían ser los siguientes:
El concesionario de automóviles que logra que sus clientes se emocionen tanto que quieren recordar la experiencia de salir con el auto del concesionario con una fotografía. O bien, sentarse en el coche nuevo por primera vez.
El restaurante que prepara una comida increíble con un aspecto y un sabor tan deliciosos que el comensal quiere hacer una foto del plato principal. Ahora que lo he mencionado, empezarás a notar que la gente hace fotos de su comida.
El unboxing de un producto que el cliente graba para compartirlo con amigos y colegas.
Y nos encanta cuando el cliente lleva el concepto de la experiencia selfie al siguiente nivel haciendo una foto o un vídeo y difundiéndolo en canales de medios sociales como Facebook, Instagram, TikTok, Twitter y otros. Hacer social la fotografía demuestra al mundo que la experiencia ha merecido la pena ser recordada. ¿Y por qué lo hacen?
- Les gusta la experiencia
- Están orgullosos de la experiencia
- Quieren presumir de la experiencia
¿No sería estupendo poder «embotellar» una experiencia y reutilizarla una y otra vez? Bueno, en realidad no puedes embotellarla, pero puedes asegurarte de que el cliente la empaqueta y la guarda en forma de fotografía que reside, potencialmente para siempre, en uno de sus activos más personales: su teléfono móvil.
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Autor: Shep Hyken
